sexta-feira, 20 de maio de 2016

Simon & Garfunkel, The Boxer

terça-feira, 17 de maio de 2016

terça-feira, 10 de maio de 2016

quinta-feira, 5 de maio de 2016

El balcón, Charles Baudelaire



El balcón
Charles Baudelaire
¡Madre de los recuerdos! ¡Reina de los amantes!
Eres todo mi gozo, ¡todo mi yugo eres!
En ti revivirán los íntimos instantes
Y el sabor del hogar en los atardeceres,
Madre de los recuerdos, ¡reina de los amantes!

Las noches que doraba la crepitante lumbre,
Las noches del balcón entre un vaho de rosas,
Cuán dulce tu regazo, de ardiente mansedumbre
Y el frecuente decirnos inolvidables cosas
En noches que doraba la crepitante lumbre.

¡Oh cuán bellos los soles de las tibias veladas!
¡Qué profundo el espacio! ¡Qué cordial poderío!
Inclinado hacia ti, reina de las amadas,
Respiraba el perfume de tu cuerpo bravío.
¡Oh cuán bellos los soles de las tibias veladas!

En redor espesaba la noche su negrura
Y entre ella adivinaban mis ojos tus pupilas,
Yo libaba tu aliento. ¡Oh veneno!, ¡oh dulzura!
Y tus pies dormitaban en mis manos tranquilas,
Y en redor espesaba la noche su negrura.

¡Es de artistas fijar los minutos del gozo
Remirando el ayer sumido en tus rodillas!
¿A qué vano buscar encanto langoroso,
De tu cuerpo y tu alma sino en las maravillas?
Es de artistas fijar los minutos del gozo.

Juramentos, aromas, besos innumerables:
Renacerán del vórtice vedado a nuestras sondas
Como soles que suben a cielos inefables
Después de sumergidos en las amargas ondas
¡Oh aromas, juramentos!, ¡oh besos incontables!

El albatroz, Charles Baudelaire



El albatroz
Charles Baudelaire


Por divertirse a veces suelen los marineros
Cazar a los albatros, aves de envergadura,
Que siguen, en su rumbo indolentes viajeros,
Al barco que se mece sobre la amarga hondura.

Apenas son echados en la cubierta ardiente,
Esos reyes del cielo, torpes y avergonzados,
Sus grandes alas blancas abaten tristemente
Como remos que arrastran a sus cuerpos pegados.

¡Este viajero alado, oh qué inseguro y chico!
¡Hace poco tan bello, qué débil y grotesco!
¡Uno con una pipa le ha chamuscado el pico,
Imita otro su vuelo con renqueo burlesco!

El poeta es semejante al príncipe del cielo
Que puede huir las flechas y el rayo frecuentar;
Entre mofas y risas exiliado en el suelo,
Sus alas de gigante le impiden caminar.

De estos ojos tan tiernos y fervientes, Charles Baudelaire



Charles Baudelaire
 
De estos ojos tan tiernos y fervientes,
De la boca que ahogó mi corazón,
De esos besos poderosos como bálsamo,
De esos éxtasis más vivos que los puros rayos
¿Qué ha quedado? Es horrible, ¡oh, alma mía!