Correspondencias
Charles Baudelaire
La Creación es un templo
de pilares vivientes
Que a veces salir dejan sus palabras confusas;
El hombre lo atraviesa entre bosques de símbolos
Que lo contemplan con miradas familiares.
Que a veces salir dejan sus palabras confusas;
El hombre lo atraviesa entre bosques de símbolos
Que lo contemplan con miradas familiares.
Como los largos ecos que
de lejos se mezclan
Con una tenebrosa y profunda unidad,
Vasta como la luz, como la noche vasta,
Se responden sonidos, colores y perfumes.
Con una tenebrosa y profunda unidad,
Vasta como la luz, como la noche vasta,
Se responden sonidos, colores y perfumes.
Hay perfumes tan frescos
como carnes de niños,
Dulces tal como oboes, verdes cual las praderas
Y hay otros, corrompidos, ricos y triunfantes,
Dulces tal como oboes, verdes cual las praderas
Y hay otros, corrompidos, ricos y triunfantes,
Que tienen la expansión de cosas infinitas,
Como el almizcle, el ámbar, el benjuí y el incienso,
Que cantan los transportes de sentidos y espíritu.
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