El zapallo insaciable
Inicio del “El zapallo que se hizo cosmos”, de Macedonio Fernandez:
“Érase un
zapallo creciendo solitario en ricas tierras del Chaco. Favorecido
por una zona excepcional que le daba de todo, criado con libertad y sin remedios
fue desarrollándose con el agua natural y la luz solar en condiciones óptimas,
como una verdadera esperanza de la Vida. Su historia íntima nos cuenta que iba alimentándose a expensas
de las plantas más débiles de su contorno, darwinianamente;
siento tener que decirlo, haciéndolo antipático. Pero la historia externa es la
que nos interesa, esa que sólo podrían relatar los azorados habitantes del
Chaco que iban a verse envueltos en la pulpa zapallar, absorbidos por sus
poderosos raíces.
La primera noticia que se tuvo de su existencia
fue la de los sonoros crujidos del simple natural crecimiento. Los primeros
colonos que lo vieron habrían de espantarse, pues ya entonces pesaría varias
toneladas y aumentaba de volumen instante a instante. Ya medía una legua de
diámetro cuando llegaron los primeros hacheros mandados por las autoridades
para seccionarle el tronco, ya de doscientos metros de circunferencia; los
obreros desistían más que por la fatiga de la labor por los ruidos
espeluznantes de ciertos movimientos de equilibración, impuestos por la
inestabilidad de su volumen que crecía por saltos.
Cundía el pavor”.De Libros en Red
https://br-mg6.mail.yahoo.com/neo/launch?.rand=393dt24kdb3if#2240143233
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