Comentarios sobre Desgracia, de J.M.
Coetzee
Una de las mejores novelas de habla inglesa de los últimos tiempos
Por Rómulo Parra
Desgracia, del Premio Nobel de Literatura 2003, el surafricano-australiano J.M.
Coetzee, ha sido considerada la mejor novela escrita en
inglés en el Reino Unido, el Commonwealth e Irlanda en los últimos 25 años (en inglés). Ganadora, entre otros premios, del prestigioso Booker
Prize, su trama, narrada en un estilo literario sobrio, es impactante y
polémica.
El argumento de Desgracia, de J.M. Coetzee
Desgracia transcurre en Sudáfrica (en
inglés), en la época post-apartheid. David Lurie es un profesor sin vocación,
de raza blanca, de 52 años y divorciado dos veces, que da clases de inglés en
una universidad técnológica de Ciudad del Cabo. Seduce a una de sus estudiantes
quien, presionada por la familia y el novio, lo denuncia por acoso sexual.
Lurie se niega a defenderse,
por lo que pierde no sólo el trabajo, sino su reputación y cualquier prestigio
que pudiese haber adquirido en su comunidad. Por ello, decide marcharse a
visitar a su hija Lucy, que vive en una pequeña granja en la provincia del Cabo
Oriental.
Lucy está sola (su última
pareja, Helen, se ha ido a vivir a Johannesburgo), cultiva flores y cuida
perros en una pequeña parcela de 5 hectáreas. Vive en una casa muy modesta, con
escasos recursos. Cuenta con la ayuda de Petrus, un nativo de la zona,
trabajador, casado y ambicioso.
Lurie pasa un tiempo en casa
de su hija, ayudándola en algunas labores y pensando en escribir una obra sobre
el poeta Byron, hasta que 3 hombres de raza negra irrumpen en la casa, la
desvalijan y violan a Lucy, mientras mantienen a Lurie encerrado en el baño,
impotente. Antes de irse, rocían a David con alcohol y le prenden fuego, aunque
logra apagarlo y sufrir sólo heridas leves. Sin embargo, no es sólo esta la Desgracia que da título al libro de
J.M. Coetzee.
En efecto, aunque denuncian
el robo, Lucy se niega a reportar la violación; ni siquiera acepta hablar de
ello con su padre. Durante las siguientes semanas, su relación se enfría. David
se acerca a Bev Shaw, una amiga casada de Lucy que lleva una especie de
hospital para animales. Llega a tener relaciones íntimas con ella y la ayuda en
la clínica, especialmente en el penoso trabajo de sacrificar a los animales
abandonados.
El clímax en Desgracia llega cuando David vuelve
a su casa en la ciudad, que encuentra saqueada, y días después se entera que
Lucy está embarazada de sus violadores. Regresa al campo, donde discute con
ella, pues Lucy ha decidido tener al niño y criarlo.
Ella considera incluso
aceptable un arreglo con Petrus, quien la protegería como su marido nominal, a
cambio de sus tierras (ella conservaría el uso de su casa y de parte de la granja).
Toda esta situación resulta humillante para Lurie. Sin embargo, revelar cuál es
su reacción definitiva y el desenlace de Desgracia
sería arruinarles la lectura de esta excelente obra.
El trasfondo de Desgracia, de J.M. Coetzee
Aunque la parte inicial de Desgracia nos recuerda a El extranjero de Albert Camus, en
el desdén de los protagonistas por defenderse de las acusaciones en su contra,
la motivación de ambos es diametralmente opuesta: a Marsault lo cobija el
sentimiento de levedad, de la intrascendencia del ser, mientras que David
Laurie es presa de una prepotencia suicida como reacción a un mundo cambiado en
el que ha dejado de formar parte de la clase dominante (es un viejo blanco en
un mundo de jóvenes negros).
Ese mundo le resulta incluso
más diferente al irse al campo, donde ni siquiera el lenguaje y la comunicación
verbal, que han sido precisamente el centro de su trabajo y de su vida, sirven
de algo. Los códigos no escritos que rigen la conducta de sus habitantes son
para él incomprensibles y, por ende, inaceptables.
Lurie es a la vez ejecutor y
víctima de los protagonistas reales de la trama: la violencia y el deseo de
dominación, en diferentes niveles y matices. La violencia, como idea principal,
está presente en muchas otras obras, como en el caso de Sorgo Rojo, de Mo Yan, Premio Nobel de Literatura 2012.
Aunque J.M. Coetzee ha sido
uno de los escritores surafricanos blancos que más han condenado el apartheid,
en Desgracia parece
cuestionar el resultado de la gesta que lo llevó a su fin. De hecho, esta
novela fue catalogada como racista por
el propio Primer Ministro de Suráfrica (en
inglés) en su época. Creemos, sin embargo, que poner en tela de juicio sus
propias creencias y valores es un rasgo que sólo encontramos en escritores
excepcionales, de gran coraje, como es el caso de J.M. Coetzee.
El estilo y la técnica de Desgracia, de J.M. Coetzee
La novela está escrita en
tercera persona y de una manera directa, sin descripciones detalladas ni abuso
de recursos literarios, prueba de la seguridad de un escritor con sustancia. La
narración es cronológica, sin “flashbacks” o retrocesos en el tiempo ni
soliloquios.
J.M. Coetzee busca con ello,
usando además un lenguaje preciso, que nos concentremos en la historia central,
ya con suficientes elementos de reflexión como para no distraernos con adornos
innecesarios. Es fácil de leer y capta nuestra atención hasta el final.
Sobre J.M Coetzee
Nacido en 1940 en Ciudad del
Cabo, estudió y vivió también en Inglaterra y los Estados Unidos, donde obtuvo
su doctorado en lingüística. Luego de 20 años como profesor en la Universidad
de Ciudad del Cabo, J.M. Coetzee se radicó en Australia en 2002.
Además de sus 12 novelas,
entre las que destacan, junto con Desgracia,
Esperando a los bárbaros, Vida y
época de Michael K y Elizabeth Costello, por citar algunas, J.M.
Coetzee ha publicado 3 autobiografías noveladas, 7 ensayos y numerosas
traducciones y críticas literarias.
Antes de ganar el Premio Nobel de
Literatura en 2003, obtuvo 3 veces el CNA (el más prestigioso de Suráfrica) y 2
veces el Booker Prize, por Vida y
época de Michael K (19183) y por Desgracia
(1999). También ha recibido numerosos premios por su obra en conjunto, como el
Premio Jerusalem para la libertad.
http://libros.about.com/od/novedades/fr/Comentarios-Sobre-Desgracia-De-J-m-Coetzee-Premio-Nobel-De-Literatura-2003.htm
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